
Es grato, mas que grato,
absolutamente placentero, que la escena "recupere" a un grupo como
Mecanica Popular, hace falta ese
rock del grupo, ese
rock mezclado con
poesia, con la
musica que parece brotar de los rincones del
pais, que
huele a norte y sur, que se
entremezcla con el
folk nacional, tal cual al inicio donde en la guitarra suenan las notas del piano de los
Jaivas para esa preciosa
cancion llamada La Poderosa Muerte, donde los textos se entremezclan con la
poesia de
Neruda y La Cantata
Sant
a
Maria, y el grupo con ponchos negros cual
Quilapayun entona una de las obras mas grandiosas de la
musica nacional, para dar paso a un
clasico pasaje de la banda,
cancion que por excelencia
abrio tantos conciertos como es Eje de Infinito Orden, y de
aqui en adelante el
show se levanta y muestra la otra faceta de los
musicos, esa casi olvidada por algunos y extrañada por muchos, por que la gente no se abstiene ante el regreso del grupo, sino que repleta el lugar, incluso Manuel bromea de ver a mucha gente que no vio en sus presentaciones como solista. Y
asi el grupo se da el lujo de pasearse por pasajes
clasicos de sus presentaciones y otros no tan habituales en lo que fueron sus presentaciones, recuedo nunca haber escuchado en vivo Girasol, y solo una vez
Requiem, sin dejar de lado la preciosa
Balcon de Abril, y los temas "nuevos"
Vinilo y Bordados. Y es
increible como responde el publico, un comportamiento
increible, porque la noche se hace
increiblemente familiar, no tanto por las caras que uno ve, sino porque el grupo da un
show casi casero,

como si abrieran las puertas de su casa para invitar a ver algo mas crudo, mas al natural que lo que han hecho en el ultimo tiempo, y el resultado es
increible; claro, hay fallas en el sonido, y una que otra pifia, pero es el
espiritu del concierto lo que se queda, una fuerza casi renovadora, uno sale con el
espiritu en alto y alegre,
sintiendose parte de un momento especial, de una
conexion que se produce entre la
alegria de los
musicos de "volver a
enchufarse" y la respuesta del publico de poder ser mas que espectadores, sino testigos
unicos del momento. Las canciones se sienten, Alejandro Pinto de Jirafa Ardiendo con su fuerte
pusesta en escena se
entremzcla con la banda y El Sol A Veces Se Equivoca; Lentes de Allende te
transporta a su infancia con un sentimiento de
melancolia y dolor propias de
epocas de televisores blanco y negro y calles de barro, hayas o no nacido en los 70/80; La
Charagua te toma desde fondo de tu pecho y como un arrullo te eleva para dejarte caer con su
contracara La Partida, conjugando a
Victor Jara con los textos de La Cantata Santa
Maria y Las Alturas de
Machu Pichu de Pablo
Neruda;
Chinoy se renueva y suena mas
rockero en los instrumentos y las voces de
Mecanica con su No Empañemos El Agua; y Gato, La Flor del Viejo Hotel y Reloj cierran como himnos tremenda
presentacion, coreados y aplaudidos por toda la asistencia. Una noche que trasciende tanto por la
musica como por el sentimiento general de los asistentes, testigos todos y por completo parte de un retorno que se añoraba y se necesitaba, la escena los necesitaba, la gente los
pedia y los mismos
musicos dan muestra de cuanto extrañaban retocar esas canciones.