Como Asesinar a FelipesLa Batuta
Jueves 10 de noviembre de 2011
00:30 hrs
$3.000
Jueves 10 de noviembre de 2011
00:30 hrs
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El quinteto es una máquina implacabbe y lo sabe, porque más que jugar sobre el escenario contra un público que repleta la Batuta conociendo el numero o por mera curiosidad, la banda juega con el público, lo envuelve en melodías densas, las cuerdas lo ahogan, la sonoridad ambiental generada entre el teclado y la tornamesa marea y de golpe rematan los quiebres de la batería; Koala como un eficiente torturador maneja a la audiencia con una lengua viperina y frenética, se mueve de un lado a otro, y al cabo de unos minutos ya maneja el ánimo de los asistentes a su antojo, el subterráneo de la Batuta se convierte en una sala de tortura donde la 
banda se da el gusto de tomarse todo el tiempo del mundo para su tarea. El show es increíblemente dinámico, incluso pasajes más oscuros y densos revientan en momentos de una lucidez increíble, Pierattini rasga la guitarra a puro ruido en Lengua En La Llaga, Epicentro enarbola una rima acelerada en medio del espíritu onírico de Abrazo Mi Opción, y la banda se titula para el cierre con la guinda de la torta acompañados por el hombre que los acogiera en su sello y les asegurara la distribución internacional y por lo mismo una ola de de criticas donde no paran de alabarlos. Uno podría disparar contra todos los que solo llegaron al local por el aviso de que tocarían con Billy Gould, y uno podría tildar de poseros y aparecidos a los que al primer acorde de Gould al bajo soltaron aplausos “espontáneos” esperando un derroche de creatividad en lo que en realidad fue mas una aparición de mucho más bajo perfil de lo que se esperaba, pero ¿con qué fin? La banda 
lleva metiendo ruido hace rato, y descubrir la experiencia de verlos en un escenario tiene tanto merito si es por suerte o por un evento anexo, lo que aquí vale es la música. Es mucho mejor rescatar la simpleza y el hecho de que Gould no ingresa al escenario como un dios dorado, sino como simplemente un tipo normal que agarra el bajo y fuera de un frenesí creativo o una avalancha de arreglos, hace su pega en Cuando La Verdad No Encaja, Un Disparo Al Centro y Opción, 3 canciones con las que acompaña a los Felipes y cierra el show antes del inevitable encoré. Dato aparte es la actitud de Gould, el tipo no es más que la banda que lo invita e inspira un aura de sencillez que es realmente lo aplaudible, por que pasar del escenario ante decenas de miles de personas a demostrar real admiración por un grupo joven tocando con ellos sus canciones es una muestra que enseña de egos a varios locales que se juran en una nube. Bordeando la hora la banda le ha sacado lustre a sus tres discos, ante una audiencia que masoquistamente pide más, el grupo vuelve y termina el show arriba, muy arriba, las manos en el aire y el griterío de En Busca de un Nuevo Sueño dejan al grupo con una sonrisa de oreja a oreja, una energía que se transmite y una comunión innegable entre una audiencia poblada de varios habituales y ojala que de varios nuevos conversos.
banda se da el gusto de tomarse todo el tiempo del mundo para su tarea. El show es increíblemente dinámico, incluso pasajes más oscuros y densos revientan en momentos de una lucidez increíble, Pierattini rasga la guitarra a puro ruido en Lengua En La Llaga, Epicentro enarbola una rima acelerada en medio del espíritu onírico de Abrazo Mi Opción, y la banda se titula para el cierre con la guinda de la torta acompañados por el hombre que los acogiera en su sello y les asegurara la distribución internacional y por lo mismo una ola de de criticas donde no paran de alabarlos. Uno podría disparar contra todos los que solo llegaron al local por el aviso de que tocarían con Billy Gould, y uno podría tildar de poseros y aparecidos a los que al primer acorde de Gould al bajo soltaron aplausos “espontáneos” esperando un derroche de creatividad en lo que en realidad fue mas una aparición de mucho más bajo perfil de lo que se esperaba, pero ¿con qué fin? La banda 
lleva metiendo ruido hace rato, y descubrir la experiencia de verlos en un escenario tiene tanto merito si es por suerte o por un evento anexo, lo que aquí vale es la música. Es mucho mejor rescatar la simpleza y el hecho de que Gould no ingresa al escenario como un dios dorado, sino como simplemente un tipo normal que agarra el bajo y fuera de un frenesí creativo o una avalancha de arreglos, hace su pega en Cuando La Verdad No Encaja, Un Disparo Al Centro y Opción, 3 canciones con las que acompaña a los Felipes y cierra el show antes del inevitable encoré. Dato aparte es la actitud de Gould, el tipo no es más que la banda que lo invita e inspira un aura de sencillez que es realmente lo aplaudible, por que pasar del escenario ante decenas de miles de personas a demostrar real admiración por un grupo joven tocando con ellos sus canciones es una muestra que enseña de egos a varios locales que se juran en una nube. Bordeando la hora la banda le ha sacado lustre a sus tres discos, ante una audiencia que masoquistamente pide más, el grupo vuelve y termina el show arriba, muy arriba, las manos en el aire y el griterío de En Busca de un Nuevo Sueño dejan al grupo con una sonrisa de oreja a oreja, una energía que se transmite y una comunión innegable entre una audiencia poblada de varios habituales y ojala que de varios nuevos conversos.
2. Formo Parte De Un Engaño
3. Operacion CAF
4. Alerta Roja
5. En El Jardin
6. Lengua en la Llaga, con Angelo Pierattini
7. Como Que No Quiere La Cosa
8. Ya Llego
9. Cuando La Verdad No Encaja, con Billy Gould
10. Opcion, con Billy Gould & Epicentro
11. Un Disparo Al Centro, con Billy Gould
12. Siguela
13. En Busca De Un Nuevo Sueño
3. Operacion CAF
4. Alerta Roja
5. En El Jardin
6. Lengua en la Llaga, con Angelo Pierattini
7. Como Que No Quiere La Cosa
8. Ya Llego
9. Cuando La Verdad No Encaja, con Billy Gould
10. Opcion, con Billy Gould & Epicentro
11. Un Disparo Al Centro, con Billy Gould
12. Siguela
13. En Busca De Un Nuevo Sueño
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